Anda de cumple mi viejo, anda de cumple.

Anda de cumple mi viejo, el Pompi, y desde allí donde se encuentre y con quien se encuentre no quiero dejar de celebrar su día, quizás muy a su a su estilo con un aguardiete y un tango de los suyos como “alma de mujer” del caballero gaucho. Todos amamos a los nuestros, pero para mi viejo era diferente, y sabía que era diferente, irrepetible, especial... La manera en que miraba, preguntaba, sonreía... Su descaro, su ironía, esa sensibilidad que no trataba de ocultar. Al contrario, siempre veía las cosas desde otro ángulo, con esa poética de campo ancestral y de pueblo pero de hombre que se comió el mundo. Era un hombre al que le gustaba vivir y hacer soñar. Tenía más amigos de los que cualquiera quisiese y en su pasaporte tenia tantos sellos como historietas de vida de donde fue. Jamás oculto su procedencia de provincia de pueblo perdido del olvido de Colombia, pero con facilidad fue un amante de su Holanda profunda y su Catalunya progre. Tomaba tanto vino como cualquier español promedio y recuerdo que su vino de Alella en el Masnou Barcelonés era su favorito. Se marchó de Colombia en la década de los 90tas, quizás con rabia quizás, pero nunca olvido su origen, amaba a Galan, odiaba los godos y tomaba aguardiente. Tengo muchos recuerdos sin duda pero quizás lo que más tengo en mi retina era su fascinación cuando escuchaba mi programa de radio o asistía a alguno de mis eventos, como tampoco olvido el viejo radio que me regalo en Ámsterdam en un mercadillo y fue como un espaldarazo a mi profesión. Hoy que no estas o que por el contrario nos invades con tus recuerdos. Es momento para celebrar que no te has ido. A ti mi viejo, Salud.